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martes, 22 de marzo de 2011
jueves, 17 de marzo de 2011
LA PIRÁMIDE DE MASLOW
La Pirámide de Maslow o Jerarquía de necesidades de Maslow, es una teoría psicológica sobre la motivación humana. Se denomina así porque fue propuesta por el psicólogo Abraham Maslow en 1943. Éste formuló una jerarquía de las necesidades humanas. Su teoría expone que cuando las necesidades básicas son satisfechas, los individuos desarrollan necesidades y deseos más altos. Dicha jerarquía se representa en forma de pirámide en cinco niveles.
En los cuatro niveles inferiores se agrupan las necesidades del déficit, y en el nivel superior las necesidades del ser. “La diferencia entre estos dos grupos es en que las necesidades de déficit pueden ser satisfechas, mientras que las necesidades del son una fuerza que impulsa de forma constante”. En esta teoría prima que las personas prestamos mayor atención a las necesidades más altas cuando las básicas han sido satisfechas. También explica que dependiendo de los estados del sujeto puede incrementar o descender en la pirámide. En la último periodo de dicha pirámide se encuentra la “auto-realización”, esto quiere decir que es un nivel de plena felicidad o armonía.
Ciertos investigadores dudan d esta teoría, pues dudan de su aplicación para la vida real.
BIBLIOGRAFÍA:
8 http://depsicologia.com/la-piramide-de-jerarquias-de-maslow
SÍNDROME DEL EMPERADOR
El síndrome del emperador es un problema educativo muy grave el cual sufren algunos padres. Éstos intentan educar de forma flexible y justa con sus hijos y sin embargo, éstos se aprovechan de esa actitud y los tiranizan. El problema reside en que los progenitores no saben cómo poner límites a la conducta de sus hijos. Los niños sacan partido de esta situación con lo que se saltan las mínimas normas que les establecen de forma constante. Estas confrontaciones, que se producen de forma asidua, terminan con la paciencia de los padres y crean un cúmulo de tensiones que hacen que la convivencia familiar sea insostenible. La tiranía de los infantes puede ser de distintas formas:
- No obedecer a la primera.
- Discutir las normas y/o los castigos. - No obedecer a la primera.
- Reclamar de manera reiterada atención con algún un comportamiento molesto o con discusiones entre los hermanos.
- El niño estar constantemente pidiendo. Cuando obtienen lo que desean piden más, nunca están satisfechos.
Se podría definir que el síndrome del emperador se produce cuando los hijos maltratan a sus padres, situación que se está instaurando en nuestra sociedad.
En los últimos años su incidencia se ha disparado y los casos de este tipo de maltrato se han multiplicado por seis, cerca de 6500 denuncias recibidas por la Fiscalía General del Estado el año pasado. Los padres tienen que denunciar a sus propios hijos. La tendencia de los padres es encubrir el problema.
Razones:
¿Qué puede ocurrir en la personalidad de un niño para que llegue a agredir a sus padres? Los expertos señalan innumerables causas genéticas, familiares y ambientales que ayuden al desarrollo de este síndrome.
- El abandono de las funciones familiares.
- La sobreprotección y sobre exigencia simultánea.
- Los hábitos familiares determinados por la escasez de tiempo.
- La ausencia de autoridad.
- La permisividad.
- La falta de elementos afectivos.
- La educación más en otros entornos sociales que no son en la familia.
El psicólogo y criminólogo Vicente Garrido Genovés opina que esto no son sólo los motivos que llevan a este síndrome. Un padre excesivamente permisivo tiene como resultado un hijo caprichoso e irresponsable, pero no un hijo violento. La permisividad puede echar a perder a un niño pero si hay violencia es como resultado de un proceso de deterioro personal por falta de educación, generalmente al final de la adolescencia.
A modo de conclusión diré que es cierto que hay que ser flexibles y justos con los niños, no tratarlos como adultos, tanto los padres como los docentes, pero hay que saber poner ciertos límites, y sobre todo cuando a algún infante se le imponga un “castigo”, como por ejemplo, no poder ver la tele en todo el día, ha de cumplirse y debemos tener claro que vamos a ser capaces de mantener dicha sanción porque sino el niño pensará que sus progenitores le pueden llamar la atención por alguna situación pero que después no hay consecuencias. Todos debemos saber que tanto las buenas como las malas acciones tienen sus consecuencias (positivas y negativas) y que uno ha de actuar en consecuencia.
Bibliografía:
EFECTO PIGMALIÓN:

El efecto Pigmalión podría decirse que es la extensión de ese deseo en todos los ámbitos de la vida. Cuando alguien cree afanosamente en algo, es casi seguro que se convierta en realidad, dicho efecto puede ser aplicado en lo social. El niño logrará mayor éxito, si creemos en éste, pues de forma inconsciente lo estimularemos para lograr sus metas y propósitos. El alumno más eficiente será aquel en el que depositemos nuestras expectativas, y en el ámbito escolar, tema que nos ocupa, sucede algo muy similar.
José Rosenthal y Jacobson estudiaron el efecto Pigmalión desde la perspectiva de la teoría de la profecía autorrealizada o autocumplida, es decir, las expectativas tienden a realizarse. Esta teoría, que se realizó en 1966, consistía en informar a un grupo de profesores que los alumnos colocados en determinado sector del salón del aula estaban más aventajados que el resto (dichos individuos habían sido elegidos al azar). El docente esperaba de ellos un mayor rendimiento, y esto sucedió. El grupo de alumnos que fueron escogidos por azar, recibieron mayor atención y estímulos del docente, con lo que lograron aprender más. La conclusión que se obtuvo de esta experiencia fue que el efecto Pigmalión está vinculado con la motivación, y con etiquetar a los alumnos como buenos o malos. Una vez que los alumnos hayan sido “etiquetados” es complicado invertir la situación.
Existen dos tipos de efecto Pigmalión, pues puede producir dos efectos, positivo o negativo.
Efecto Pigmalión positivo: Se refiere a aquel que produce un efecto positivo en el sujeto, de forma que afianza el aspecto sobre el cual queremos potenciar, con lo que provocamos un aumento de la autoestima del individuo.
Efecto Pigmalión negativo: Es aquel que produce que la autoestima del sujeto decrezca y que el aspecto sobre el que se actúa disminuya.
Bajo mi punto de vista el efecto Pigmalión es un enfoque que los docentes deberían utilizar con sus alumnos, ya que puede permitir lograr resultados sorprendentes con estos y así motivarles en su vida académica.
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